No creo en las coincidencias, pero sí en las causas que el universo prepara para una mayor transformación
El universo, Dios o como quieras llamarlo, prepara a la persona exacta para la tarea de recordarte que te has perdido y que, si eliges, puedes volver a retomar el rumbo.
Son esas personas silenciosas y observadoras que hablan en el momento exacto para darte la mejor cachetada de realidad posible, casi como si el cerebro se volviera reordenar.
Son esas personas que te miran con amor, con ternura y que, sin saber el porqué, quieren verte bien.
Son esas personas que miran a los ojos profundamente y saben lo que está pasando más allá de lo que una misma quiere mostrar.
Son esas personas que cuando caes, con solo saber de su existencia… te sientes revivir.
Un ángel humano tiene la tarea de recordarte que puedes. Te apoya, te escucha y no decide por vos, simplemente te dice: tú puedes.
Son esas personas que parecen no tener grandes propósitos en la vida, pero con su presencia, pueden transformar cualquier alma caminante en la humanidad.
Son personas que dan. Dan tanto porque así lo sienten. Dan porque su placer álmico está en el dar y no en el tomar.
Cuando un ángel humano aparece en tu vida, generalmente ponemos resistencia a que alguien pueda ver nuestra fragilidad.
Cuando un Ángel te mira, sabes que te has desnudado el alma y que el autoengaño deja de existir.
Puedes mentirte, pero la tarea de ese ángel es recordarte tu esencia, tu poder y recordarte que por el momento te has perdido.
Un ángel humano conoce de la bondad, del amor y la compasión.
Son esas personas que te retornan a tu mayor potencial y te vuelven a repetir: tú puedes.
Existen ángeles humanos, que te vuelven a recordar el camino, cuando te has perdido…
