Author: Rosario

¿Qué es un pacto?

Un pacto es básicamente un convenio entre dos o más partes que mutuamente se comprometen a cumplir lo estipulado. Se denomina pacto explícito cuando se da el consentimiento formal y pacto implícito o tácito cuando se ejercita una cosa a la cual el pacto está ligado, aunque este no se haya hecho. El pacto clásico es el convenio supuestamente hecho con el diablo para obrar cosas extraordinarias. En el pacto vamos mucho más allá del alcance de una promesa. Mientras la promesa es un acto de voluntad que compromete nuestra energía, en el pacto estamos entregando nuestra voluntad, nuestra energía y nuestro poder. La firma de un pacto proviene de una decisión interna. En el momento de hacerlo, la persona se encuentra consciente de los alcances y de las consecuencias del pacto. En el pacto coexisten dos voluntades involucradas, una de ellas desea obtener algo y la otra concede lo que desea a cambio de un servicio o un favor. A veces los pactos se firman con sangre y esto refuerza el compromiso adquirido, porque la sangre es energía, es el vehículo por donde fluye principalmente la energía vital de la persona. De modo que la firma con sangre compromete aún más la entrega de la energía y de la voluntad. Es necesario dejar bien en claro, que cuando uno hace un pacto entrega su voluntad y el poder a una persona o fuerza desconocida. La consecuencia para la vida presente es que el pacto sigue vigente todavía y, como mínimo, nos faltara voluntad y energía para concretar nuestros proyectos y cumplir con nuestro verdadero propósito en esta vida. Los pactos pueden hacerse con sectas, hermandades, clanes familiares o tribus en existencias anteriores. Los pactos deben ser identificados para ser anulados. De lo contrario nunca estaremos realmente completos, con plena energía ni podremos ejercer nuestra voluntad con absoluta libertad.

¿Qué es una maldición?

Es un deseo intenso de que a alguien le sobrevenga algún daño, expresado en forma de enojo o bronca. Al igual que los mandatos y promesas, las maldiciones son atemporales y se comportan como órdenes que desde el inconsciente se interponen y dificultan la vida y el desarrollo de la persona. Una maldición es mucho más letal que una promesa o contrato, porque lleva en ella la intención precisa de provocar daño. Es un arma de doble filo porque son de ida y vuelta. Esto es porque cumple con la ley básica del karma, la ley de causa y efecto. Cada pensamiento es una energía que se pone en movimiento, y por el contrario de acción y reacción sabemos que la acción de una fuerza genera otra de la misma intensidad y en sentido contrario. Por lo tanto, todo pensamiento o acción generado por una persona tarde o temprano vuelve a sí mismo. A simple vista no se puede descubrir si alguien tiene una maldición o no, a menos que recuerde que alguien se lo dijo, pero sino, solo desde una regresión se puede saber si vienen maldiciones desde otras vidas. Esto surge espontáneamente cuando la persona está en estado de regresión. Las maldiciones también pueden ser generacionales, cuando se maldice a una familia en particular y a su descendencia, o grupo de personas.

¿Qué es una promesa?

Una promesa es una manifestación y la expresión de una persona de dar algo a alguien o de hacer algo por esa otra persona o grupo de personas. También puede ser el ofrecimiento hecho a Dios o a sus santos, de ejecutar alguna obra piadosa, o el ofrecimiento de cumplir bien los deberes de un cargo o función que va a ejercerse. La promesa es un acto consciente de voluntad y compromete la energía de la persona que la hace. Quien hace una promesa queda atrapado en ella para siempre, porque el tiempo no existe, y este es el gran problema de las promesas. El problema no es la promesa en sí misma, ya que tal vez eso era lo adecuado en el momento en el que fue hecha. Sino que el problema es que cuando hicimos una promesa no sabíamos realmente todas las implicancias de ese acto. Desconocemos que la promesa iba a durar más allá del tiempo de la vida en la cual se hizo. Y si hicimos una promesa de amor para toda la eternidad, tampoco sabíamos lo que eso realmente significaba. Las promesas tienen consecuencias serias en nuestra vida presente, porque pueden interferir con nuestras decisiones y aspiraciones actuales. Las promesas de amor son las que surgen con mayor frecuencia y pueden interponerse o crear conflictos afectivos en la vida actual. Hay personas que llevan hecha más de una promesa de amor. Las promesas de amor efectuadas en la adolescencia son las más poderosas, porque se hacen con total pasión. La promesa tiene un gran peso en nuestras vidas, cuando realizamos una promesa gran parte de nuestra energía se queda allí, en ese tiempo, lugar o personas. Por esta razón, siempre sugiero que no se hagan promesas de ningún tipo, ya que estas quedan para siempre plasmadas y suelen salir a la luz en la terapia de regresión a vidas pasadas donde la persona está tratando de resolver algún problema de la vida actual. Es allí donde el alma recuerda que hizo una promesa a otras persona, a sí misma o a un grupo de personas. Muchas veces también cuando despedimos a un familiar solemos decirle “te prometo que haré tal cosa, o te prometo que cuidare a tal persona”, esto solo es comprometer tu energía por la eternidad a menos que en algún momento puedas romper esas promesas. Todas las promesas pueden romperse y pueden recuperarse esas energías. Algunos ejemplos de promesas:

¿Qué son las “Regresiones a vidas pasadas”?

El Doctor Brian Weiss fue quien popularizó esta técnica, psiquiatra formado en la Universidad de Columbia y en Yale Medical School.  La regresión a vidas pasadas es una técnica que permite liberar fragmentos del alma y la consciencia, que quedaron atrapados, en alguna experiencia traumática del pasado. Como pasado podemos decir: situaciones que sucedieron en la juventud, en la adolescencia, en la niñez, en el vientre materno, en la transiciones de tiempo/espacio, antes de bajar al vientre de una madre, experiencias de vidas pasadas y también a experiencias de haber habitado otros planos. Debemos considerar, como información importante, que no se debe tomar sesiones en forma de curiosidad. Esta terapia es exclusivamente para sanar historias del pasado de nuestra propia existencia. Cuando hablamos de sanar implica que algo ha sucedido en el pasado, lo cual fue muy doloroso, tan doloroso que el alma todavía no puede olvidarlo o que por ese hecho tan duro, el alma se quedó estancada en alguna parte del tiempo espacio. Por esta razón, sugerimos que no tomes sesiones solo por curiosidad, ya que para sanar, el alma necesita REGRESAR a esos hechos tan dolorosos para poder liberarlos. Esto quiere decir que la experiencia de la regresión, puede no ser tan divertida y feliz. Muchas personas creen que ir a una regresión es solo encontrarse con cuentos de hadas, pero es importante que comprendan que se regresa con el fin de sanar, liberar y recuperar fragmentos del alma que se perdieron.  También es importante realizar este tipo de terapia con personas preparadas para poder guiarte de la mejor manera posible. Hay gente que con el fin de saber, hacen alguna regresión que se encuentran por ejemplo en youtube, pero muchas veces este tipo de regresiones solo hacen que el alma despierte un recuerdo y no lo sane. Esto puede derivar a que despiertes traumas o dolores pasados y los dejes sin cerrarlos. Por esto, recomiendo realizar una sesión de regresión con un profesional.  Una sesión de regresión debe constituir con los siguientes pasos: -Entrevista al consultante para profundizar en el tema que se va a trabajar y dirigir la regresión -Es el consultante el que decide hacia dónde quiere dirigir la sesión -El terapeuta puede brindar la opción de tan simplemente ir a la regresión y dejar que el alma elija lo más importante a sanar en ese presente -Inducción a la relajación  -Estado de regresión  -Detectar el trauma o dónde el alma quedo atrapada -Reconocer si la persona tiene algún pacto, contrato, promesa, maldiciones, etc  -Detectar si el alma tiene cuentas que saldar con otras personas  -Momento final es el momento de la sanación, liberación y recuperación de energía. (En este caso la persona puede elegir romperlos o no)  -Regreso del estado de regresión al momento presente. Una sesión de Regresión puede durar desde 1,30 horas hasta 3 horas como máximo. Muchas veces la persona puede realizar este proceso muy rápido o lo que se ve en la regresión es muy claro y no se necesita indagar más. Cuando la persona ingresa en estado de relajación, siempre estará consciente, tendrá sensaciones físicas, imágenes mentales e intuición de lo que pasa aunque no pueda verlo. Tendrá también emociones que irá contando al terapeuta para que este pueda guiarle. Muchas veces el terapeuta también puede percibir algunas imágenes que el consultante está teniendo. Si el terapeuta se da cuenta que el consultante perdió fragmentos del alma, estos fragmentos deben recuperarse al finalizar la regresión. También en una regresión se puede detectar pactos, contratos, promesas, juramentos y maldiciones. Cuando hay algunas de estas opciones en la vida pasada de una persona, quiere decir que dejó estancado en el pasado mucha energía de su propio poder. Por lo tanto, en la vida actual no está funcionando con toda la energía que le corresponde a nivel universal. Estas opciones se liberan con oraciones sagradas que el terapeuta pide al consultante que lo repita si así el consultante decide hacerlo. También se puede percibir si el alma está fuera del cuerpo o dentro del cuerpo, dependiendo de cómo observa la regresión, esto tiene mucho sentido, ya que muchas personas flotan al lado del cuerpo y no lo habitan. Esto también puede liberarse en una sesión.  Dentro de una Sesión se pueden liberar mandatos, creencias, votos, por ejemplo de pobreza, de silencio, de celibato… Todo esto puede liberarse y mucho más. Una vez que se termina el proceso de sanación, es fundamental recordarle al alma que esa vida pasada o esa situación del pasado ya terminó y comenzar a regresar al momento presente.  Luego de una sesión la persona queda sensible. El alma sigue por al menos una semana haciendo un reset mental y emocional de lo sucedido. Puede recordar aún más imágenes y tener emociones.  Con una sesión de regresión se puede realmente sanar y liberar cualquier tipo de situación, síntomas o fobias. Este tipo de sesión es muy movilizante, pero su resultado es instantáneo. La persona puede realizar otra sesión cuando lo siente, como mínimo dejar pasar una semana y media o dos de la última sesión.

¿Porqué elijo trabajar un solo tema en mis sesiones de registros akáshicos?

Cuando me inicié en Registros Akáshicos, aprendí el modo convencional de esta herramienta, tanto tomando sesiones como dando sesiones a otras personas. Este modo convencional consiste en que la persona llegue a la sesión con un listado de preguntas, todas aquellas que necesite hacer durante la hora de sesión. Al principio me pareció divertido, las personas llegaban con 25 preguntas, 30 preguntas y sentía que tenía respuesta a todo. Por un momento fue divertido, pero con el paso del tiempo y profundizando con mis propios guías, me di cuenta que las personas estaban en busca de respuestas y sanaciones rápidas. Y en realidad, sabemos que sanar, lleva tiempo y largos procesos. Entonces comprendí que muchas preguntas que llegaban a mi, no tenían mucho sentido en la vida actual de las personas, como por ejemplo, preguntar sobre vidas pasadas tan solo por curiosidad.  Comencé a ver las sesiones de ese modo… Llegaban muchas personas, algunas con pocas preguntas otros con muchas preguntas, otros con mucha curiosidad pero muy pocas personas con tan solo ganas de recibir un mensaje de los guías. Y así pasaron los años brindando sesiones de este modo convencional, hasta que un día comprendí que lo que yo deseaba, no estaba sucediendo. Deseaba que las personas sanen, que tomen conciencia, que se transformen, que profundicen en sus dolores y en sus propia vida, porque solo de ese modo se puede sanar. Nadie sana en una hora un trauma de la infancia, menos aún cuando uno vive con el mecanismo de ese trauma durante toda la vida. Este tema fue de largas charlas con mis propios guías, planteando la posibilidad de no brindar más sesiones, porque los resultados no eran lo que yo deseaba. No era hacia donde yo quería llevar esta mágica herramienta sagrada. La respuesta de mi guía fue: “Quizás no tengas que dejar de dar sesiones, sino quizás, tengas que cambiar la forma.” Y así fue como comencé a modificar la manera en la que mis sesiones iban a ocurrir de ahora en adelante. Yo me preguntaba como hago para explicarle a las personas que no se pueden sanar 25 temas en una hora, que para sanar se requiere de mucho tiempo, compromiso y constancia. También me preguntaba cómo podía explicarle a las personas que esos 25 temas que ellos traían como problemas, quizás tenían un solo núcleo y que es allí a donde yo quería llegar. Para llegar a esta conclusión, pasaron años y miles de sesiones brindadas a personas de todas partes del mundo. Y solo vi transformación en las personas el día que les dije: “vamos a trabajar y profundizar en un solo tema el día de hoy.”  Este fue el nacimiento de la transformación de mis sesiones. Trabajamos un tema en una sola sesión para profundizar los temas del corazón. Antes sentía que las respuestas siempre eran solo para la mente y todos sabemos que no solo debemos entender sino que debemos sanar heridas más profundas.  Registros Akáshicos tiene una energía tan fuerte y sanadora que si la usamos bien direccionada, puede realmente lograr grandes transformaciones en las personas. Por este motivo, cuando la persona llega a trabajar un tema, se le pide compromiso y constancia para seguir trabajando en esa situación, hasta que sienta que por fin está libre…  Así fue cómo cambié mi forma de brindar sesiones y realmente vi alucinantes transformaciones en las personas. Solo deseo recordarte que sea cual sea la terapia que elijas, solo vas a sanar si sumas compromiso, paciencia, constancia y, por sobre todas las cosas, amor en esos procesos tan profundos.

¿Cómo prepararte para una sesión de Registros Akáshicos?

La terapia de Registros Akáshicos tiene la particularidad de que trabaja en un espacio cuántico, por lo tanto, la persona en sí, no necesita una preparación previa. Siempre digo que los que tenemos que estar muy bien preparados, somos los terapeutas. Por lo que somos el medio por el cual pasa la información que vamos a entregar. Es fundamental que al momento de ir a una sesión tengas pensado un tema a trabajar. Quizás no sepas muy bien que te está pasando, pero vas a tener síntomas o actitudes que más o menos van a mostrarte algún bloqueo o síntoma que estés teniendo. Es muy importante que para tener tu sesión estés en un espacio tranquilo y dónde nadie pueda interrumpirte. Hacer una sesión de registros puede ser muy movilizante, por esto sugerimos que estés en un lugar donde puedas expresar tus emociones sin ningún límite. También te sugiero que llegues a la sesión con apertura. En decir, una gran apertura de escucha y de recibir lo que los guías tienen para decirte. Muchas veces esperamos otras respuestas, pero confiá en la información que te den ya que es la indicada para percibir en ese momento. Escuché muchos casos de personas donde muchas veces otros terapeutas les piden que no comas carne una semana antes, que bajes el consumo de alcohol o drogas, que medites varios días previo a la sesión; etc… No quiere decir que esté mal, son pautas que cada terapeuta coloca para brindar sus sesiones. En mi caso, no necesitamos preparación previa. Solo venir a la sesión con ganas de trabajar juntos, estar en apertura para recibir un mensaje de tus guías y juntos buscar la mayor claridad posible para esa situación o tema que vas a traer.

Tu interior te está llamando

¡Escúchate!Cuando comenzamos este camino de sanación o “camino espiritual”, como solemos llamarlo, comenzamos a ir mucho más acelerados que antes. Corremos por todos lados buscando aquello que te está bloqueando la vida perfecta, armoniosa y abundante. Este camino del despertar tiene la gran característica de que no tiene boleto de regreso. Entramos en este camino con el anhelo de encontrarnos, pero a veces en vez de seguir perdidos en la matrix, nos perdemos de nosotros. No nos cansamos de tomar miles de sesiones. Probamos una y otra terapia para trabajar el mismo tema… por las dudas que ese tema no se haya sanado en la terapia anterior. Corremos, buscando respuestas afuera y escuchando palabras ajenas. Escuchamos por bocas de otros lo que estamos sintiendo y así… en vez de encontrarnos, nos vamos perdiendo.¿Y qué tal si por un momento te detienes en buscar en el afuera y te sumerges en la profundidad que habita en vos?Creeme que vas a encontrar mucho más allí dentro que en todo el planeta tierra.De hecho, vas a encontrar partes tuyas que no conocías… heridas profundas que no sabías que existían y también amor, amor del bueno. Corremos tanto por esta matrix que se nos olvida el silencio y la quietud para con uno mismo.Para muchos la quietud trae ansiedad, esto quiere decir, que tu alma te está llamando.¿Qué tal si tan solo dejas de correr? ¿Qué tal si dejas que buscar resultados innecesarios y comienzas a habitarte? Llevas vidas tratando de escucharte. La escucha interna trae consciencia, trae reconocimiento y profunda sabiduría.Cuando te quedas en silencio contigo, aprendes a danzar tu alma, y ahí realmente comienza el gran despertar.No es lo mismo cambiar la mente que escuchar el alma. Los que corren, escuchan la mente. Los que realmente despiertan, escuchan el alma.Por esto cada vez que hagas una sanación, una sesión, un curso, una actividad que te lleve a conectarte con tu interior, luego de esto sumergite en el silencio y en la escucha interna permitiendo que tu alma haga el resto de ese gran trabajo de iluminación. TE HONRO

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